La Alfabetización: Un gran reto de nuestra SociedadLa Alfabetización: Un gran reto de nuestra Sociedad
Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica han logrado expandir el alfabetismo al 90% de la población; y en el otro extremo, en Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador casi la mitad de su población adulta es analfabeta.
Ecuador en tan sólo dos años consiguió disminuir el analfabetismo de un 9,3% a un 2,7% de la población. Su gobierno prometió el 10 de agosto de 2007 eliminar el analfabetismo del país para el 2009 y cumplió su objetivo.En Venezuela se erradicó el analfabetismo. 1,700,000 personas mayores de 60 años de edad fueron alfabetizadas.
Bolivia erradicó también, el analfabetismo. Después de Cuba y Venezuela, es el tercer país de América Latina en alcanzar uno de los Objetivos del Milenio propuestos por las Naciones Unidas.
Según los datos arrojados por el censo del 2002 de la República Dominicana, el 13% de sus habitantes son analfabetos, esto es, 1,261,000, tomando en cuenta una población de 9.7 millones. El 33% de entre l5 y 29 años no ha completado la educación básica y el 69%, en el rango de 20 a 29 años no ha completado el nivel medio.
Es alentador que el Presidente Danilo Medina haya lanzado el Plan Nacional de Alfabetización, cuyo objetivo principal conforme lo expresado por él es que el 8 de septiembre del 2014 la UNESCO declare la República Dominicana "territorio libre de analfabetismo".
Se ha informado que con este plan se pretende alfabetizar 700 mil dominicanos (un poco más de la mitad de la población analfabeta), en un lapso de dos años, anunciándose que se cuenta con 25 mil personas que de manera voluntaria llevarán a cabo este propósito.
Esperamos que esto se haga realidad; que por demás, el plan tenga unos componentes pedagógicos y didácticos que posibiliten incorporar la enseñanza a la vida concreta de los que están siendo alfabetizados, acompañado de una reflexión crítica, y que la mayoría de los alfabetizados puedan quedar incorporados a programas que les posibiliten completar la educación básica.
Si el país logra esto de manera auténtica, al tiempo de que se honre la palabra de asignar a la educación el 4% del PIB, de conformidad con la ley y que esa cifra no la desvíen en inversiones inútiles y en corrupción, habremos dado un significativo paso de avance que tendrá que ser reconocido y elogiado por todos. Ojalá y recibamos esta gran sorpresa
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